El regulador de tiro se usa para regular los continuos cambios de presión que se producen en el conducto de salida de humos de una chimenea.
Las condiciones climáticas de cada lugar y el funcionamiento particular de cada estufa, caldera o chimenea varían con frecuencia, lo que ocasiona que cambie constantemente la depresión generada en la base de la chimenea. Para conseguir un funcionamiento óptimo de nuestro aparato, es necesario instalar un estabilizador de tiro que garantice que estas condiciones no varían.
Cada fabricante de estufas o calderas, indica en la ficha técnica del aparato cual es la presión óptima de funcionamiento, a la que el instalador debe regular el aparato para que funcione correctamente. En cada instalación de tubos para chimeneas, hay una serie de factores específicos que van a condicionar la regulación del estabilizador de tiro, por ejemplo: si está a nivel del mar o en la montaña; si es una zona de fuertes vientos o no lo es; si la leña está húmeda o seca; la calidad de los pellets que usamos; si hace mucho frío o no; la longitud y el diámetro de los tubos de la chimenea.
La instalación del regulador de tiro, se hace generalmente en la TE que conecta el aparato con los tubos de la chimenea.
De hecho generalmente se venden ambas piezas unidas mediante un adaptador, al diámetro correspondiente.
También en posible encontrar el estabilizador de tiro por un lado y el acople para unirlo a la TE. Este acople, es en realidad una Ampliación-Reducción que ajusta el diámetro de la TE de salida con el del estabilizador.
Puede ocurrir que ya tengamos la instalación de los tubos de la chimenea, y ocurre que el tiro no es bueno. En este caso solamente es necesario comprar una pieza llamada “Teja con estabilizador de tiro” y que se acopla fácilmente, cortando un trozo de un tubo instalado, con una plantilla que se suministra junto con la teja.