Además de la limpieza integral de los tubos y de tu chimenea, con máquinas profesionales, te recomendamos unas sencillas labores de mantenimiento que alargarán la vida de tu instalación, ahorrarás combustible y evitarás el riesgo de incendio.
Antes de empezar, asegúrate que la chimenea lleva apagada al menos desde la noche anterior, no humea y comprueba con el atizador que no queda ningún rescoldo encendido.
Usa guantes porque vas a tocar residuos tóxicos (hollín, creosota,…). Pon plástico o papeles en la chimenea para facilitar la retirada de los residuos.
1- Retira los residuos o ceniza con una pala o con el aspirador. Limpia bien la rejilla de la chimenea, y coloca periódicos o plásticos para evitar que se ensucien los muebles y el suelo próximo a la chimenea.
2- Inspecciona la chimenea. Coge una linterna, ponte de rodillas y mira por el tiro de la chimenea hasta la salida de aire. Casi con seguridad verás hollín, un residuo parecido al polvo marrón o negro. Eso se quita fácilmente.
Si la luz de tu linterna encuentra material seco y agrietado al tacto, en capas gruesas y descascaradas, o depósitos negros brillantes y duros, tienes creosota.
También puede haber restos de pájaros, y otros elementos que se han colado por el conducto de tu chimenea. Para evitarlo, debes colocar un remate o deflector para chimeneas adecuado.
3- Comienza a raspar y girar el cepillo. El mejor cepillo para librarte de la creosota y el hollín es uno circular de metal para chimeneas, coloquialmente se llaman “erizo”.
Los cepillos variarán de diámetro, y tienes que usar el que sea de 1 ó 2 cm. mayor que el diámetro de los tubos de tu chimenea, para que rasque bien las paredes. También debes usar unas varillas telescópicas y flexibles que se alargan para subir ese cepillo a través de los tubos hasta la salida.
Para terminar, limpia y recoge los restos que se han desprendido. Levanta los periódicos o plásticos cuidadosamente, y tendrás limpia tu chimenea, para poder disfrutarla de una manera eficiente y segura.
Las ventajas que obtendrás siguiendo estos sencillos pasos, son importantes:
- Ahorro en el consumo de combustible.
- Tu estufa o chimeneas será más eficiente, lo que también se traducirá en ahorro.
- Tendrás un comportamiento más ecológico, puesto que disminuirás la emisión de partículas sólidas a la atmósfera.
- Prevendrás el riesgo de incendio
Y si aún no estás convencido de la importancia de limpiar tu chimenea, lee estas noticias, que lamentablemente son muy frecuentes en época de frío.
Fuente: SoriaNoticias.com / Pincha aqui: Incendio de seis viviendas a causa de la chimenea
Fuente: El Correo de Burgos / Pincha aquí: Disminuye el riesgo de incendio limpiando tu chimenea